top of page

Cómo viajar y no engordar

  • Foto del escritor: Yamile Angulo Ganem
    Yamile Angulo Ganem
  • 19 jun
  • 2 Min. de lectura

Te estás preparando para un viaje: Vacaciones, un paseo con amigas…Pero hay una preocupación que no se va: ¿Cómo voy a controlar la comida allá? "¡no quiero engordar!"

Empiezas a hacer planes mentales: Llevar tu pan, tu proteína, buscar hoteles con gimnasio, decidir los restaurantes desde antes o te propones bajar de kilos desde antes para “compensar”.


O tal vez ya viviste un viaje así: Volviste con unos kilos de más, sintiéndote culpable, pensando en hacer dieta lo antes posible y no quieres que vuelva a pasar, así que...


¿Es posible viajar y no engordar?

Te la voy a responder más abajo.

Pero primero te dejo con otra pregunta:


¿Qué pasaría si engordar NO fuese un problema?

Miremos ese miedo de frente.

¿Qué es lo peor que puede pasar si subes de peso en un viaje? Nos da pánico engordar, pero... ¿específicamente para ti, por qué?


Todas las razones son válidas. Solo quiero que encuentres la tuya.


Pero también quiero decirte algo importante:


No podemos controlar nuestro peso.

No podemos controlar cuántas calorías absorbe nuestro cuerpo.

Podemos comer poco y aun así la balanza puede subir o bajar.

Ese miedo, por más fuerte que sea, no previene que el peso suba.

Solo te está haciendo perder de vista lo más importante: el motivo de viaje (disfrutar, conocer...)


Y lo más irónico de todo es esto: Las personas que más intentan controlar su comida en un viaje, son las que más terminan comiendo de más…Y sintiéndose culpable y frustradas después.


comiendo helado de viaje

Cuando digo “¿y si engordar no fuera un problema?”

No me refiero a que tu cuerpo no importe. Ni a “tirarlo todo a la mierda”.

Me refiero a desarrollar una actitud cuidado y respeto con tu cuerpo.

Donde entiendes que el cuerpo cambia con las etapas de la vida. Y que eso no tiene por qué ser una tragedia.


Cuando le quitas un poco de valor a tu físico, puedes priorizar otras cosas que realmente valoras (y te traen más bienestar) como es crear recuerdos, probar la comida local, descansar...


Y, paradójicamente, esa mentalidad te lleva a comer con más estabilidad y balance en los viajes.

Porque ya no comes por miedo ni por prohibición, ni intentando que sea perfecto.

Sino desde la conexión con lo que necesitas y con lo que quieres.


Comer consciente también se puede hacer de viaje

No necesitas reglas estrictas para sentirte bien. Puedes llevar contigo habilidades que aplican en cualquier parte del mundo:

  • Escuchar tus señales de hambre y saciedad —sin importar lo que comas

  • Incluir verduras, frutas y proteína siempre que puedas

  • Conectar contigo para decidir un plato que te haga sentir bien física y mentalmente

  • Establecer un horario de comidas flexible pero que te mantenga satisfecha

    Te muestro cómo las aplico en este post


¿Te puedo asegurar que no vas a subir de peso?

No. Nadie puede.

Pero sí podemos trabajar para que eso no se sienta como el fin del mundo.

Podemos trabajar para que puedas afrontar con tranquilidad los cambios que pueden ocurrir cuando cambiamos la rutina.


Para que la pregunta no sea ¿cómo viajar y no engordar? sino ¿cómo puedo aprovechar al máximo este viaje?


ilustración yamile angulo
Yami Angulo

 
 
 

Comments


bottom of page