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Foto del escritorYamile Angulo Ganem

¿Sabes lo que tienes que hacer para mejorar tu alimentación, pero no lo haces?

No estás sola. Hoy te explico cuatro motivos por los que sucede y cómo superarlo



"Quiero perder peso" no es suficiente. Hay que ir más allá. Estamos dispuestos a lidiar con la incomodidad de tomar acciones y hacer cambios porque se alinea con cómo nos queremos sentir o con una meta que tiene mucho peso para nosotros.

Por eso, en la sesión inicial de mis asesorías, siempre indagamos más allá en los objetivos. ¿Por qué quieres lograr x meta? ¿Qué ganarías? ¿Qué cambiaría en tu vida? ¿Cómo este objetivo mejora tu vida en otras áreas?

Recordar nuestra meta valiosa es un ancla cuando las cosas se ponen difíciles. Por ejemplo, cuando no quiero entrenar, me recuerdo que tengo una maratón, un reto importante y valioso para mí que me motiva a seguir.

2. Te estás enfocando en las cosas incorrectas:

Puede ser que te estés enfocando en las cosas más pequeñas y perdiendo de vista lo importante.

Por ejemplo, te preocupas por las horas de ayuno o la mejor hora para cenar, en vez de fijarte en qué poner en una cena o desayuno balanceado. O piensas que para comer bien debes eliminar el dulce, pero no quieres hacerlo, lo que te pone un freno.

Y por si acaso, comer saludable no implica eliminar ni restringir alimentos. No es necesario.

También, puedes pensar que comer sano es comer pollo, ensalada y cosas simples, cuando en realidad comer saludable incluye disfrutar de lo que comes. Por eso en mis asesorías, buscamos el balance entre placer y nutrición.

3. Quieres hacer todo de una vez: 

Puede ser que te estés enfocando en demasiadas cosas a la vez. Sé que estás emocionado, pero está comprobado que no se mantiene. La emoción del inicio baja.

Un mejor enfoque es trabajar en solo UNA cosa a la vez. En mis asesorías, siempre definimos solo UNA cosa en la que vamos a trabajar. Por ejemplo, balancear una comida ala vez, un macronutriente, o trabajar en el hábito de comer lento.

Enfocarte en un cambio a la vez resulta en un buen nivel de reto sin terminar abrumándote y además construye confianza en ti misma. 

4. Necesitas alguien que te acompañe:

No tiene que ser así siempre, pero al inicio, tener alguien a quien rendirle cuentas puede apoyarte y asegurar que todo esté en orden.

Por ejemplo, puede que ahora montes bici de dos ruedas fácilmente, pero quizás en un momento necesitaste 4 y alguien que te sostuviera. Cuando aprendiste, te soltaron. A eso me refiero. Tener un coach que te guíe en adaptar y poner en práctica esos hábitos puede ser muy útil.


Así que no hay nada malo en ti, ni te falta fuerza de voluntad. Puede ser cuestión de solo arreglar estos puntos para que logres esos hábitos y metas que te propones.

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